Reflexión para nuestros nietos por Ángel Ruíz Quesada
Queridas amigas, queridos amigos, recordarán que el pasado viernes les dedicaba un reconocimiento a todas nuestras abuelas y a todos nuestros abuelos, antes de continuar, quiero hacer mi grato agradecimiento a los dos amigos, Juan Vega Molina y Fernando Malaxechevarria Suárez, que, con su grabación y posterior elaboración de un pequeño y hermoso vídeo, han tenido en las redes sociales, especialmente en nortegrancanaria.es centenares de visitas. Y lo hago porque ese es mi objetivo, lógicamente primero por esta emisora de Onda Canaria, y luego a través de esas redes para que llegue a todos los que como nosotros estamos viviendo este “resguardo obligatorio”, resguardo que ya, afortunadamente, por etapas, se está viendo la luz de la otra parte del túnel.
Si en la anterior les dije que me permitieran personalizarla, igual lo hago en este caso, y la personalizo en nuestro nieto Daniel González Ruiz. Aunque eso sí, les diré que también he contado con la participación de cuatro nietos más, en este caso, de otras familias, una niña y tres niños entre los ocho y los 14 años, así que las abuelas y los abuelos que me escuchan, se los pueden aplicar. Escogí los municipios de Gáldar y Guía, ambos del casco y de las medianías. He preferido por respeto a todos ellos no mencionar sus nombres, eso sí, los tengo recogido y bien guardado para si Dios lo quiere, en mi próxima publicación, naturalmente, con la autorización paternal debida, recoger todos sus datos, con todos los detalles tal como se desarrollaban las entrevistas telefónicas.
Tengo la certeza que, al igual que ha hecho nuestro nieto con nosotros, que, como ejercicio de clases, nos han realizado varias entrevistas, preguntándonos cuales eran nuestros juegos de pequeños, cuales eran nuestras preferencias, con quienes jugábamos, y lo más que les extrañaban era cuando le decíamos que en nuestro colegio “la Escuela Pública “. Hoy, Colegio Público Fernando Guanarteme, las niñas estaban por un lateral y los niños por el otro. Incluso, nos preguntaba si jugábamos juntos. Asombraditos se quedaban cuando les decíamos aquello de “los niños con los niños y las niñas con las niñas”. Afortunadamente, “aquellos tiempos” ya pertenecen a la historia.
Esto, me sirvió de justificación para realizarles una entrevista a cada uno de ellos con las mismas preguntas, en este caso unas 24, para que de alguna manera nos contaran cual es su impresión sobre esta situación que estamos viviendo. A ninguno hubo necesidad de dejárselas con anterioridad para que se la estudiasen, ya que ese fue mi objetivo. No obstante, antes, se las leía a cada una de las madres o padres para su conocimiento, a las cuales mi sincero agradecimiento, y, al momento me pasaban con el protagonista, Naturalmente, tanto las preguntas como las respuestas no voy a redactarlas individualmente, eso se lo expliqué a cada uno de ellos. Y con todas ellas quiero compartir con ustedes esta reflexión que he hecho con las mismas.
Tenemos unos nietos de lujo, y si no, yo les retaría que con el tiempo que tenemos, hagan lo que yo he hecho, que no lo hagan solo los que tengan la suerte de ser su profesor, ya que lo hacen por lógica de una manera quizás mecánica debido a su profesión, no todos por supuesto. Pero me refiero a otros como nosotros dos, mi mujer y yo, que no lo somos. Nos llevamos una sorpresa enorme. Estos días oía a una señora decir que “afortunadamente” el padre, y la familia, están compartiendo la difícil tarea de cuidar a un hijo, a un nieto… pues quieras o no, por nuestra cultura, esta tarea ha estado más a cargo de las madres y de las abuelas, que de los padres y de los abuelos, afortunadamente, permítanme la redundancia, ya el hombre, actualmente está compartiendo de manera natural todas estas labores incluidas las del hogar. Yo, me pongo, por ejemplo, mis cinco hijas, prácticamente, por mi situación laboral, mi mujer era la encargada de llevarlas y traerlas del colegio, de cuidarlas, de llevarlas al médico, en una palabra, casi totalmente de su educación, ya que, al hombre, no se le podía molestar, porque de madrugada tenía que salir a trabajar y llegaba casi al atardecer, muchas veces de noche. Solo ayudaba en este quehacer los fines de semana.
Hoy, puedo disfrutar de mi nieto, justo vino junto a mi jubilación, unos tres meses después hace ya unos once añitos aproximadamente, él como les dije, es Daniel González Ruiz, aprovechando esta situación como digo, se me ocurrió hacerle unas entrevistas tanto a él como a varios de sus compañeros, no solo de clase, sino también como compañeros de juegos.
Con mucha soltura, me decían su nombre, su edad, sus padres, quienes estaban separados, como si de una costumbre normal se tratase, la relación que lleva con los mismos, como se ponen en contacto con ellos, dándonos una gran lección de Relaciones Humanas extraordinaria, más adultos que algunos de los “propios adultos”. Cómo se llamaba sus Colegios, en qué curso están, dónde se encuentran confinados, unos en casa terrera, otros en pisos, incluso de protección oficial alguno. Cuando les preguntaba si están estudiando, muy alegres contestaban que sí lo están haciendo, con sus horas puntuales en internet, te hablan de internet como si fuéramos nosotros cuando teníamos la edad de ellos, hablando de una muñeca de trapo, una pelota de papel o de un carro de tablas. Lástima que, a estas alturas, nos hablen de que tienen que ajustarse al tiempo estable de las señales, como me decían dos de ellos, no solo de las medianías, incluso, algunos de los del casco tanto de Gáldar como de Guía, que no cuentan con estos medios y se “tienen que buscar la vida” de cualquier manera. Me dieron una lección de la “fibra óptica”, preguntándome que como es posible que haya lugares que no cuentan con ella, yo, me quedé sin argumento alguno para explicárselo.
Hablaban de sus profesores y profesoras de una manera fantástica, para ellos son grandes personalidades, que constantemente están al tanto de sus ejercicios, abiertos a oírlos en cualquier momento si tienen dudas, como si de unos buenos amigos se tratara.
Con mucha naturalidad, te hablan del contacto que tienen con sus amigos por medios de las vídeo-llamadas, cosa a la que no estábamos acostumbrados los mayores, que a veces, cuando lo hacemos con la familia, intentamos besar la pantalla de los móviles sin darnos cuenta que se trata de un cristal, sobre todo cuando vemos a nuestros nietos en ellas.
Cuando les preguntaba por el “nefasto coronavirus” y de dónde venía, todos coincidían en decir algo igual, no cabe la menor duda de que tanto los profesores como los padres, le han dado una explicación ajustada a su edad, con toda seguridad, aquellos que pueden, y que saben hacerlo, habrán consultado la página web (www.redacciónmedica.com), donde lo explican de manera profesional, especialistas en la medicina y en la psicología. Ahí nos dicen que, evitemos hacer referencia a las personas que están muy enfermas o han fallecido, así como Informar que la mayoría de los casos se recuperan el 80 por ciento, pero los mayores son los que más deben cuidarse de este virus… Evitar tocarse los ojos, la nariz o la boca “como un juego en el que pierde un punto quien lo haga” y luego también hacen una amplia referencia de cual debe ser su comportamiento, tales como: Procurar un hábito de horarios, tareas y responsabilidad en base a su edad, dedicando un tiempo diario a la lectura, y a dichas tareas o estimulación intelectual. De verdad que, vale la pena visitarlas, y aquel que, aunque tenga los medios no lo sepa hacer, pregúntenles a los mismos, es decir a nuestros nietos, con la dirección de la página que automáticamente nos la ponen delante de nuestros ojos.
A algunos les pregunté antes y a otros después de la “primera salida del pasado domingo, unos, lógicamente los que residen en un piso pequeño deseaban hacerlo y otros no les importaban mucho, pues se sienten felices no solo con el lugar, los que son casas terreras, sino con la convivencia que tiene con sus familiares las 24 horas del día. Curiosamente, uno de ellos que está conviviendo con uno de sus tíos en una residencia amplia, me dijo que, si tuviese que estar en la casa de sus padres, “se subiría por las paredes”.
Al final de cada entrevista, yo les decía que se imaginaran estar en una emisora de radio o en una televisión dirigiéndose a nosotros los mayores, y que nos comunicaran el mensaje que se les ocurriera para paliar el comportamiento de nosotros ante esta “enfermedad” (como ellos le llaman):
Es precioso, nos aconsejan, a los mayores, porque entienden que somos los que más cuidados necesitamos, que no salgamos de casa hasta que las autoridades nos digan que lo podemos hacer.
Que, debido al Coronavirus, ve que muchas personas ayudan a los necesitados dándoles comida y muchas cosas. Dice que, debemos hacerlo también cuando no tengamos ninguna enfermedad, que, si ahora los recogen en sus viviendas, que los recojan también después para toda la vida.
Otro nos dijo: Que no tengamos miedo, que “esto” se pasa rapidísimo, que tengamos precaución pero que no nos aburramos, “esto” pasa super rápido, pero, que estemos felices y que no estemos tristes… ¡Qué bonito!…
Decía el político estadounidense, Abraham Lincoln, yo no sé quien fue mi abuelo: me importa mucho más saber quién será su nieto.
Así que, no les defraudemos, ellos no tienen culpa alguna del comportamiento de la humanidad, especialmente de los que nos gobiernan, no tienen culpa que sean tan egoístas, tan crueles, tan soberbios, tan mentirosos. Olvidémonos de nosotros y pensemos en nuestros nietos, ellos tienen puesta toda su fe, toda su esperanza de que estamos luchando por un mundo mejor, el mundo que se merecen, el mundo que le costó la vida a muchos de nuestros padres, y a muchos de nuestros abuelos. Por ello, como bien dice el escritor cristiano evangélico Josh McDowell,
-Deberás de prepararte para responder las preguntas de tus hijos y tus nietos, sin importar la pregunta, y sin ser crítico.
Y ahora, me van a permitir, que cierre mi intervención con un bello poema, que mi buen amigo, el poeta Chano Sosa, el Cronista de nuestra vecina ciudad de Agaete, le dedicó a mi nieto, en su llegada a este mundo. Es un soneto, los eruditos en las letras saben que no es tan fácil hacerlo, pues se trata de composición poética formada por catorce versos (Es decir catorce líneas), de arte mayor, generalmente endecasílabos, y rima consonante, que se distribuyen en dos cuartetos y dos tercetos.
«el soneto castellano es de influencia italiana y se empieza a ensayar en el siglo XV»
Por ello, cada uno de los que me escuchan, póngales el nombre de su nieta, de su nieto y se lo dedicamos a todos ellos.
Diálogo entre Daniel y su abuelo
Ángel Ruiz Quesada, ideal.
Tú quieres que yo sea tu heredero
y yo, mejor quisiera ser tu amigo
y así compartiría todo contigo,
el pan, el horizonte y el sendero.
Las golondrinas ver en el alero,
y las cebollas rojas junto al trigo
y sentirme feliz con el abrigo
que da el sol y la mar de enero a enero.
En mis dedos yo llevo la equidad
y en mi frente la luz. Y buscaré
un camino de Paz y libertad.
No deseo ritmos ni banderas. No.
escuchadme, que sólo os pediré
que mi abuela me cante un arrorró.
Nada más, muchas gracias a todos y a los que debemos continuar en casa, como bien nos dijo uno de los niños, estemos felices y que no estemos tristes.
Un saludo cariñoso a todas y a todos.