Muy buen día.
Antes de comenzar con mi primer artículo, ya que lo dicho el pasado jueves, se trataba, de una simple presentación personal y, la justificación del porqué me dirijo a ustedes. Me creo en derecho, de hacer una breve alusión en relación a las bellas palabras que nuestro director me dirigió, una vez que yo había intervenido. Y solo lo hago con la palabra que encierra todo lo que pudiera decirle, muchas gracias David, muchas gracias. Pero permíteme una pequeña corrección. Y lo es, en relación a mi introversión cada jueves. Insisto en lo dicho, lo entrecomillo, “intentaré participar, bien sea cada ocho o cada quince días, para que el programa tenga su variedad”, y también les diré que lo haré por propia comodidad, pues, no sólo por mi edad, que ya es bastante, sino también, por mis ocupaciones en mis humildes publicaciones que llevo a cabo, y no quiero parar David, no quiero parar, pues me conozco bastante bien, y quiero tener la tranquilidad suficiente para hacerlo con tranquilidad, en este caso “valga la redundancia”. Así que David, no me apures, que también te conozco, porque en estos menesteres, eres un “monstruo” y, ese ritmo que has llevado y que gracias a Dios lo has recuperado, no lo soporta todo el mundo, porque es un especial ritmo que solo tú eres capaz de soportarlo. Y conociéndote, otra vez, sé que lo entiendes perfectamente.
Y ahora, ¡al turrón! Que me estoy enrollando mucho.
El artículo de hoy, va dirigido a mi nieto Daniel, y pretendo, que todos los que me escuchen, se lo dediquen a sus nietos, sus hijos, o sus sobrinos. A todos aquellos que hayan cumplido más o menos su edad, doce, a punto de cumplir los trece el próximo mes de noviembre. Mi nieto Daniel González Ruiz, sin él pretenderlo, nos hizo el mejor regalo que ni por asomo, nos hubiéramos podido imaginar a mi mujer, Juani Molina Vega (su abuela) y a este que les habla, Ángel Ruiz Quesada (su abuelo) en nuestro 54 aniversario de nuestra unión matrimonial, que justo cumplíamos el pasado día dos de este mes de junio, pues, a las 12 horas, junto a nuestra hija Raquel Ruiz Molina, su madre, y otros trece niños más o menos de su edad, y, tres jóvenes, subíamos a la guagua que, desde Gáldar, nos llevaba al Aeropuerto, rumbo a Vigo, pues al siguiente día a las 20 horas, en el Pabellón de Pontevedra, competían a nivel nacional. Estamos hablando del equipo Infantil de Balonmano, “Moto Sport Juani Gáldar”, que, al quedarse Campeones de Canarias con su Victoria de 26-39 en la final ante el Serigrafías Cucas BM Realejos, celebrado en Tenerife, participaron junto a los equipos: Club Cisne Balonmano, Eskubaloia Basauri y Balonmano Ikasa, en cuya competición de tres partidos, viernes sábado y domingo, se alzaron con la victoria de dos. No quedando como campeones debido a la puntuación de cada uno de ellos, cosa que desconozco al no ser especialista en esta materia. Pero, como bien dicen los medios informativos, han marcado un hito histórico que, demuestra la buena salud de la cantera galdense unida al incesante trabajo de los técnicos que los dirigen. Por ello, en representación de su padre, Bentaguaire, su madre Raquel, Juani su abuela, y todos nuestros hijos, no queremos ni debemos pasar por alto nuestras sinceras felicitaciones a todos, en especial, a los técnicos: Alejandro Manuel Reyes Melián como entrenador, a su ayudante Heriberto Díaz Ramos y, al oficial Bentór Ruiz González. A los tres, por igual, y ya no me refiero al tecnicismo deportivo, que según los entendidos fue magnífico, sino como padre, y como abuelo, a la enorme atención para todos y cada uno de los chicos, pues sin pretenderlo, durante estas jornadas, y esto lo presenciamos en directo, se convierten en padres, abuelos, masajistas, y me atrevería decir, como fisioterapeutas o enfermeros…Enhorabuena a todos.
En el próximo artículo les detallaré las vivencias de estos tres días, especialmente en Santiago de Compostela, por la unión de nuestra ciudad de Gáldar con el Camino de Santiago.
Y si me permiten, en agradecimiento, quiero dedicarle un precioso soneto, que el Poeta y Cronista Oficial de Agaete, le dedicara a mi nieto Daniel, dedicatoria extensible a todos y cada uno de los componentes del Equipo, que por haber llegado a donde llegaron, son para nosotros verdaderos “Campeones nacionales”
DIÁLOGO ENTRE DANIEL Y SU ABUELO
(Chano Sosa)
Tú quieres que yo sea tu heredero
y yo, mejor, quisiera ser tu amigo
y así compartiría todo contigo,
el pan, el horizonte y el sendero.
Las golondrinas ver en el alero,
y las cebollas rojas junto al trigo
y sentirme feliz con el abrigo
que da el sol y la mar de enero a enero.
En mis dedos yo llevo la equidad
y en mi frente la luz. Y buscaré
un camino de Paz y Libertad.
No deseo ritmos ni banderas, No.
escuchadme, que solo les pediré
que me cante un arrorró mi abuela.
Buenas tardes y lo dicho, que tengan un buen día.
Ángel Ruiz Quesada